* Gastronomía

BARES LEGENDARIOS QUE DEBES VISITAR EN MADRID

Madrid vive en sus bares, sus terrazas, sus cafés y sus locales nocturnos. En pocos lugares del mundo encontrarás tanta diversidad y tantas historias concentradas en cuatro paredes. Alguno de ellos, más que bares son legendarios templos al hedonismo y a la gastronomía y coctelería más selecta. Te invitamos a contemplar su brillo desde tu exclusivo Flat Sweet Home.

Sobrino de Botín –  Calle Cuchilleros, 17 – 1725

Sobrino de Botín

Entrar en este restaurante no solo es ingresar en una parte de la historia madrileña sino mundial. Este mágico lugar ostenta el Récord Guiness al restaurante más longevo del planeta. Sus puertas abrieron por primera vez en 1725 cuando el francés Jean Botin y su esposa abren una fonda en el centro de Madrid. Desde entonces han logrado que su horno cocine el mejor cordero de la ciudad. Un sabor único a cocina castellana  que ha cautivado a grandes escritores como Pérez Galdós, Ernest Hemingway o Washington Irving, reyes y dirigentes de diferentes países, estrellas de cine como Ava Gardner o Frank Sinatra o iconos del arte como Goya o Salvador Dalí. La lista de ilustres comensales de Botín es innumerable. La liturgia de degustar su fabulosa cocina forma parte de la historia de la gastronomía. Un templo de la cocina a la vuelta de la esquina de tu Flat Sweet Home San Miguel Market Apartment.

Lhardy – Carrera de San Jerónimo, 8 – 1839

Otro lugar creado por un francés que se convirtió en punto de encuentro de intelectuales, monarcas, artistas y todo tipo de personajes glamurosos. Lhardy llegó a Madrid en 1839 para inaugurar el primer restaurante de cocina internacional de la capital. Pronto popularizó el consomé que se podía consumir take away por las calles decimonónicas de Madrid y que hoy es un símbolo de la ciudad. Fue un lugar clave para los intelectuales madrileños del siglo XIX que supo mantener su clientela exquisita, sus deliciosos pasteles o sus populares callos durante el siglo XX. Hoy en día sigue siendo la referencia del buen gusto en los fogones madrileños.

LHARDY

Chocolatería de San Ginés – Pasadizo de San Ginés, 5 – 1894

Pocos vecinos de la ciudad han podido resistirse al placer de los Churros con Chocolate más suculentos de Madrid. En 1890 se inauguraba como fonda justo al lado del antiguo Teatro Eslava, convertido hoy en la discoteca Joy Eslava. En 1894 se convertía en el exquisito salón de chocolates que aún es hoy, endulzando la vida de todos los que han probado sus exquisiteces al alba o en la tarde. En 2010 transportó sus sabores a Tokio, donde se fusionó con los gustos locales creando otro centro de referencia para los amantes del chocolate.

Casa Labra – Calle Tetuán, 12 – 1860

Este vetusto local lleva abierto desde 1860. Sus buenos vinos de Valdepeñas y sus especialidades de bacalao, sobre todo sus míticas croquetas, le han convertido en un símbolo de la gastronomía madrileña. El bar ha mantenido su decoración casi intacta desde sus inicios y en su terraza o entre sus paredes se respiran aromas de otros tiempos. En 1879, el Partido Socialista de España fue fundado allí, nos imaginamos que entre vinos y croquetas.

Taberna La Ardosa – Calle Colón 13 – 1892

Esta taberna es uno de los escasos ejemplos de taberna clásica que sobrevive en Madrid. Fundada en 1892, su vermut de solera centenario, sus embutidos y tapas nos recuerdan una época pasada donde la sofisticación no estaba reñida con sentirte como en casa. Muchas historias se encierran en su decoración. Una verdadera referencia del Madrid más castizo. A pesar de ser famoso por sus especialidades de vermut y vino, fue el primer lugar de la ciudad donde degustar la cerveza Guiness.

Museo Chicote – Gran Vía, 12 – 1931

Museo Chicote

El antiguo bartender del Hotel Ritz de Madrid, el legendario Pedro Chicote, decidió crear la primera coctelería de la ciudad con las recetas y la experiencia que había adquirido en el lujoso hotel madrileño. En 1931 comienza una andadura que le ha llevado a ser un punto clave de la coctelería internacional. Pocos años después de su apertura estalla la guerra civil y la ciudad resiste durante meses un sitio cruel por parte de las tropas franquistas. Ni en ese momento cerró sus puertas. Entre misiles, Ernest Hemingway se acercaba cada día a beber un Papa Doble, un cóctel creado para él en especial. Tras la contienda, llegó la era dorada de local ya transformado en museo de botellas ilustres. Impulsado por la fama de Hemingway, todo el Hollywood dorado desde Errol Flynn a Humphrey Bogart se sentaron en su interior art-decó. También la realeza o grandes artistas, músicos y celebridades se rindieron a su carisma y elegancia sin igual. A pesar de la muerte de su fundador en 1977, nada ha cambiado. Los rostros conocidos y los sabores de sus copas siguen sublimando la Gran Vía, a escasos metros de tu Flat Sweet Home Gran Vía Apartment.

Casa Lucio – Cava Baja, 35 – 1974

El gran mérito de Lucio Blázquez fue resucitar el estilo decorativo y gastronómico del siglo XIX madrileño en pleno 1974. Su apuesta por una cocina casera y sencilla basada en las recetas tradicionales del centro de España tuvo una rotunda acogida, siendo considerado rápidamente un referente de Madrid. La ubicación de Casa Lucio hace un guiño a esas tradiciones al estar situado en el emplazamiento del Mesón del Segoviano, que estuvo en pie desde 1720 hasta bien entrado el siglo XX. En sus dos plantas siempre atestadas de clientes se han sentado todas las celebridades imaginables. Un punto de encuentro con el huevo como protagonista y sus famosos huevos rotos como icono del lugar y propuestas como el pisto con huevo, el cocido madrileño o el arroz con leche.

El Palentino – Calle Pez, 12 – 1963

Madrid es una ciudad amante de la cerveza. En pocos bares se han tirado mejor la caña al estilo madrileño como en El Palentino. Este mítico lugar de Malasaña dignifica el concepto tasca, que en España define a bares tradicionales aunque económicos. Este bar ha sido fuente de inspiración de músicos, poetas, escritores y dibujantes así como plató de cine y testigo de historias de la Movida madrileña. Todo la ciudad ha pasado por su barra. Y tras ella, desde los 70, estaba Casto Herrezuelo, el alma del local, que falleció recientemente. Su huella seguirá viva en este monumento al Madrid más castizo.

Café Comercial – Glorieta de Bilbao, 7 – 1887-2016 / 2017

Café Comercial

Hay bares inmortales que resisten el paso del tiempo sin inmutarse. El Café Comercial estuvo a punto de desaparecer en 2016 cuando cerró sus puertas. Pero fue solo un descanso en el camino para regresar un año después con una transformación espectacular donde el lujo y la comodidad se dan la mano con buena música jazz de fondo maridada con una cocina de autor excepcional y una coctelería innovadora. Su andadura comienza un 21 de marzo de 1887 cuando Antonio Gómez Fernández adquiere el local a la Condesa de La Romera. Poco tardó en destacar entre los lujosos cafés de la época albergando grandes tertulias intelectuales y un ambiente selecto durante más de un siglo.

El Doble – Calle Ponzano, 17 – 1987

Otro lugar para sentir la pasión de Madrid por las cañas es El Doble. El icono de la actual calle de moda, Ponzano, fue un precursor de la frenética actividad culinaria de esta zona de Chamberí. En su barra se vive un verdadera pasión cervecera acompañada de una buena dosis de tapas gratuitas. Esta cervecería es el punto de inicio ideal para emprender una aventura nocturna por la ciudad.

La Vía Láctea – Calle Verlarde, 18 – 1979

Pocos recuerdan en el barrio de Malasaña la antigua carbonera que existía previamente en este local sin el que Madrid no sería igual. Creada por David Krahe fue inspirada por la escena neoyorquina de la época. Ha sido el refugio e inspiración de los personajes de la Movida madrileña y de todo incorformista desde entonces. Alaska, Almodóvar, Tino Casal, McNamara o Antonio Vega eran asiduos a sus sesiones con la vanguardia musical más rutilante de fondo. Su estética glam creada por Costus, los pintores de la Movida, ocultaban un paraíso ecléctico donde han sonado de fondo y tomado copas gente como Iggy Pop o Prince. Una maravilla nocturna que mantiene las esencias renovándose cada año. Siempre a la última. La Vía Láctea estará muy cerca de ti cuando te disfrutes de tu exclusivo Flat Sweet Home Malasaña Apartment.

La Vía Láctea – somosmalasaña.com

Txistu – Plaza Ángel Carbajo, 6 – 1970

Madrid vivió una era de devoción por los asadores vascos, con imponentes carnes, un producto de huerta imbatible y tradición en los fogones. Fueron y siguen siendo referencia foodie de la ciudad. Y todo se inició gracias a la labor de Pedro Abrego que en los 70 fundó Txistu y el Asador Donostiarra. Durante décadas era constante la presencia en los medios de estos dos iconos debido a las copiosas cenas de deportistas, actores, músicos y celebridades en el local. También fue muy conocido por todos los futboleros de los 90 ya que muchos fichajes del Real Madrid se cerraban sobre una mesa suya. Aún hoy sigue manteniendo esa esencia de comida casera norteña símbolo de sabor natural y buen producto.

Zalacaín – Calle Álvarez de Baena, 4 – 1973

Zalacaín

Durante años fue la mayor referencia de la alta cocina de Madrid. Símbolo de status y de la mejor cocina de autor, Zalacaín fue el primer restaurante español en obtener 3 estrellas Michelín. Esta proeza le situó a la cabeza de la gastronomía mundial, conseguiendo albergar los clientes más selectos que se pueda imaginar, desde deportistas de élite a grandes galanes de cine o jeques millonarios. Con el genial Julio Miralles a los fogones ha sabido imaginar un nuevo Zalacaín en esta nueva etapa que está viviendo. Sabores como sus increíbles raviolis de trufa y foie o su exquisito tartar de solomillo de buey siguen dejando huella en los sueños foodies más exquisitos. Unos dulces sueños que podrás disfrutar en la tranquilidad de tu lujoso Flat Sweet Home, donde comienzan tus aventuras urbanas en esta ciudad única llamada Madrid.

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