Madrid es el punto de partida de lugares monumentales con historias y cocinas únicas. Más allá del comfort de tu exclusivo Flat Sweet Home podrás iniciar aventuras por el arte y la gastronomía de diferentes siglos. Jardines bucólicos, palacios reales inspirados en Versalles, recetas milenarias y entornos naturales donde perderse están a un máximo de una hora de viaje de tu lujoso apartamento. Te animamos a abandonar por unas horas tu Flat Sweet Home Ayala Penthouse para navegar en los mares del tiempo y la belleza eterna.
Escapadas Patrimonio de la Humanidad
Aranjuez es un enclave con una historia centenaria cargada de batallas, romances reales y leyendas plebeyas. Los Reyes Católicos solían perderse por la zona para relajarse aunque fue Felipe II quien mandó construir un palacio donde escaparse en sus escasos ratos libres. Ese desaparecido lugar dejó paso a un palacio real de la dinastía Borbón que puedes visitar asombrado por el lujo de sus detalles y su estructura Neoclásica.
Los Borbones se enamoraron de la ciudad y construyeron jardines de inspiración francesa y asiática que aún hoy recorren sus calles. Una fascinante ciudad que además destaca por una sabrosa gastronomía donde destacan los productos orgánicos de la huerta.
Aranjuez es una de las ciudades Patrimonio de la Humanidad de las que presume Madrid. La UNESCO también considera Alcalá de Henares como una joya de la humanidad. Alcalá es una de las ciudades universitarias más antiguas de Europa y sobre todo, es el lugar que vio nacer a Miguel de Cervantes, el autor en castellano más trascendente de la historia. La figura del autor de El Quijote protagoniza la visita a su ciudad natal.
Surcando la porticada y medieval Calle Mayor se respira el ambiente que meció la imaginación cervantina. En ella se encuentra la casa natal del escritor. En su puerta te puedes sentar en un banco decorado con dos estatuas de Don Quijote y Sancho Panza para inmortalizar el momento. El Barrio Judío o Judería es una muestra de calles estrechas y belleza de otros tiempos que te transporta a siglos pasados. En la Plaza de Cervantes, una estatua del escritor te advierte de la presencia de un misterioso templo.
En esta plaza se encuentran los restos de Santa María La Mayor. La iglesia se destruyó en parte durante la Guerra Civil en 1936, aunque aún quedan en pie una torre, parte de la iglesia y la pila bautismal donde se bautizó Cervantes.
La Catedral Magistral de los Santos Justo y Pastor es otro de los puntos claves para entender el arte de la ciudad. Ese gótico isabelino te cautivará. Caminar por Alcalá tiene premio. La Universidad, el Corral de Comedias donde se estrenaron muchas obras de Cervantes, el modernista Palacio de Laredo o el Convento de las Clarisas son alguna de las maravillas que encontrarás antes de cruzar la espectacular Puerta de Madrid de camino a tu Flat Sweet Home Puerta de Toledo Apartment.
Aún tendrás en la retina las ruinas romanas de Complutum y la Casa Hyppolitos cuando regreses a Madrid. En la paz de tu Flat Sweet Home surgirá otra escapada Patrimonio de la Humanidad.
Toledo o cómo caminar por siglos de historia
A una hora de Madrid emerge en una colina una ciudad imperial, forjada por tres culturas y con una belleza inusual. Toledo, en Castilla – La Mancha, detiene el tiempo en sus calles desde que abordas la Puerta de la Bisagra y te dejas llevar por sus empinadas cuestas repletas de edificaciones romanas, cristianas, árabes y judías.
En la ciudad se encuentra un imponente museo a su artista más universal: El Greco. Sus obras están diseminadas por Toledo y su influencia se manifiesta en muchos rincones de la ciudad. Tras maravillarse con la Mezquita Cristo De La Luz y ascender por las escaleras mecánicas hasta el Paseo de Recaredo te abrumarás de las opciones foodies y monumentales que encontrarás.
Resumir más de 3000 años de arquitectura es difícil pero si hay un símbolo que sintetiza esa historia es el Alcázar. Este milenario icono de Toledo se inauguró en el siglo III como palacio romano. Posteriormente cada dinastía hispana fue ampliando sus dependencias hasta convertirlo en un ejemplo perfecto de la arquitectura castellana.
Tras su destrucción en la Guerra Civil y reconstruido tras la contienda vuelve a brillar sobre la colina toledana. Otro edificio emblemático de la ciudad es su catedral. Edificada sobre una antigua mezquita, la Catedral de Santa María es una obra cumbre del gótico ibérico. Sus numerosas puertas y sus pórticos ocultan una belleza monumental en su diversas capillas y un retablo espectacular.
En la Iglesia de Santo Tomé puedes encontrar la obra maestra de El Greco: El Entierro del Conde Orgaz. No muy lejos de allí te esperan la Sinagoga del Tránsito en pleno Barrio de la Judería. En sus calles puedes encontrar un sinfín de productos típicos destacando los dulces y las espadas de acero toledano. Los amantes de películas como Braveheart o Conan podrán contemplar las reproducciones de estas icónicas armas creadas en Toledo.
El arte mudéjar es una fusión de estilos y culturas que alcanzan lo sublime en la Sinagoga Santa María La Blanca. Aunque cualquier ruta toledana debe tener una parada en el increíble patio del Monasterio de San Juan de los Reyes.
Cruzar el puente romano de Toledo y ascender una de las colinas cercanas es necesario para contemplar el atardecer en la vieja ciudad imperial. Una previa espectacular de una cena en El Carmen de Montesión, un Estrella Michelin que experimenta con la tradición de la cocina castellana.
Belleza y Gastronomía
Otra ciudad digna de llevar el distintivo de Patrimonio de la Humanidad es Segovia, situada en la provincia homónima. Su famoso acueducto romano es uno de los mejor conservados del mundo. En torno a él emerge una de las capitales foodie de España. Su plato característico es el Cochinillo. La ternura de esta carne de cerdo es puesta a prueba mediante el tradicional corte con un plato que después se arroja contra el suelo. Ningún lugar para disfrutar de esta sabrosa tradición como el legendario Mesón Cándido.
La Granja es una escapada obligada para cualquier amante del arte. Este palacio real de verano, construido en la provincia de Segovia, es lo más similar que encontrarás a Versalles en España. Los orígenes de este lugar se pierden en el medievo en tiempos del rey Enrique IV que mejoró una ermita transformándola en monasterio y granja.
Felipe V construyó un palacio donde escapar del calor en plena sierra en 1700 y lo dotó de una belleza nunca vista hasta entonces. Su estilo barroco impacta. Los jardines que se extienden durante hectáreas poseen bellas fuentes y ofrecen al visitante uno de los paseos más estéticos de su vida.
Un palacio legendario madrileño es El Escorial. Su forma de parrilla es un guiño a San Lorenzo que fue martirizado de esa forma. Carlos V le honró tras vencer en una imposible batalla. Su estilo castellano es sobrio y parece más una fortaleza que un gran complejo palaciego.
En su interior encierra obras de Goya, Zurbarán, Velázquez y de casi todos los grandes artistas del siglo de oro español. Felipe II lo fijó como su residencia tras la muerte de su padre, Carlos V, y comenzó la tradición de enterrar a cada rey español en su cripta que aún continúa.
Más allá de sus paredes, San Lorenzo de El Escorial te espera con una gastronomía radiante basada en un producto espectacular y genio creativos como Daniel Ochoa. Su restaurante Montia merece su estelar aparición en la Guía Michelín por su cocina castellana de última generación.
Pueblos para perderse
Otro de los lugares más insólitos de la Comunidad de Madrid es Chinchón. Este precioso pueblo tiene una estética espectacular. Sus casas de coloridas balconadas te conducen a la plaza central que a su vez es plaza de toros. En la arena de este punto de encuentro entre vecinos y visitantes se celebran corridas de toros, mercados callejeros y se vive intensamente la gastronomía de la zona.
Otro lugar de interés es el Museo Etnológico La Posada donde degustar los vinos que han hecho famosa esta zona vinícola. Tampoco te olvides de contemplar su castillo del siglo XV ni el Convento de las Clarisas. Una escapada con sabor castizo.
A 30 km de Madrid se encuentra la villa de Navalcarnero. Este apacible lugar cuenta con unas calles porticadas que desembocan en la Plaza de Segovia, un ejemplo claro de la estructura urbanística de la meseta. Posee el encanto de lo auténtico y en pocos lugares del mundo lo percibirás tan evidente.
Al margen de saborear el ambiente castizo de Navalcarnero, esta escapada es una excusa perfecta para el hedonismo. Su Museo del Vino te ofrece la posibilidad de conocer los caldos más representativos y los más sabrosos. Pero ninguna visita a esta coqueta villa sería completa sin degustar el cordero y el cochinillo de la cercana sierra que se sirven en sus restaurantes. Entre ellos destacan Las Cuevas del Carnero y Hostería de Las Monjas. Ambas opciones te dejarán un sabor de boca inolvidable.
Explosión de Naturaleza en la Sierra de Madrid
La Sierra de Madrid conjuga parajes naturales únicos por su belleza, ciudades medievales y ríos cristalinos donde aliviar el calor veraniego. Buitrago de Lozoya es una joya medieval conservada para hacernos retroceder a aquellos tiempos de conquistas y reconquistas. En la Sierra de Madrid se encuentra también Rascafría, un lugar idílico para los amantes de la naturaleza, la cocina más orgánica y la tranquilidad de la montaña.
La belleza se disfraza de pueblo en La Hiruela o en Patones. Una escapada por las alturas de Madrid que te reconciliará con la naturaleza.
Si tu experiencia Flat Sweet Home se produce en verano y quieres disfrutar de playa, no olvides que Madrid tiene una costa que pocos conocen. Se trata del Pantano de San Juan. Este gigantesco embalse rodeado de pinares y lugares de ensueño es el lugar elegido por los madrileños para disfrutar del agua. Deportes acuáticos, lugares de ocio y barbacoas crean una escapada perfecta para despedirte de Madrid con frescor. Tu campamento base te esperará a tu regreso para reconfortarte entre las paredes de tu lujoso Flat Sweet Home. En él podrás planear tu siguiente aventura.