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Museo Sorolla: Jardines, arte e historias de un genio universal

Sorolla

Sorolla ha sido uno de los pintores enamorados de Madrid que más huella ha dejado en sus calles. El artista de origen valenciano se mudó a la ciudad para inspirarse y hacer despegar su carrera llegando a ser uno de los referentes mundiales del arte en medio de aquellos movimientos de vanguardias de finales del siglo XIX y principios del XX. En Madrid construyó una hermosa casa que usó como vivienda y estudio y que tras su fallecimiento se convirtió en la casa museo de un artista mejor conservada de Europa. Una bella manera de acercarse a la vida personal y las motivaciones de un genio eterno.

Una vida reflejada en un hogar

Joaquín Sorolla llegó a Madrid en 1889. Había pasado por momentos duros en su vida al quedarse huérfano con dos años debido a una epidemia de cólera. Vivió su juventud acogido por sus tíos que intentaron inculcarle el oficio familiar. Pero Sorolla no quería ser un cerrajero y comenzó a destacar en la pintura. Cuando llegó a Madrid ya era un artista reconocido pero no adquirió su aura posterior hasta entonces y tras diversas visitas a París, donde perfeccionó el iluminismo, el estilo que le ha hecho pasar a la eternidad. Es probable que a su llegada a Madrid le hubiese encantado hospedarse en un lugar como el Rubén Darío Apartment. Este precioso apartamento se encuentra a pocos metros del lugar elegido por el artista para establecer su residencia madrileña.

Sorolla

Interior del Museo Sorolla

Años después de su llegada decidió construir una esplendorosa casa que le sirviera de estudio y hogar y que además contase con un jardín inspirado en La Alhambra y en los jardines del Alcázar de Sevilla. El artista en colaboración con el arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas diseñó sus dos plantas, el estudio y su espectacular patio. Se inauguró en 1911 y en ella creó alguna de sus obras más reconocidas y allí comenzó a viajar por España para crear los cuadros encargados por la Hispanic Society de Estados Unidos. Regiones de España era el nombre de la colección que pretendía plasmar cada provincia española en cuadros de grandes proporciones cargados de luz y costumbrismo.

El nacimiento de un museo único en Madrid

En 1920 sufrió una hemiplejía que le dejó impedido para pintar. Tres años más tarde moría con el convencimiento de crear un museo en su hogar madrileño. Algo que su mujer y su hijo llevaron a cabo. Su mujer Clotilde murió en 1928 y su hijo continuó su legado abriendo el museo al público. Permanecería cerrado durante la guerra civil y tras la contienda reabriría para iluminar Madrid. Cuenta con más de 1200 obras pictóricas del autor valenciano, 4900 dibujos, esculturas, joyas, muebles, fotografías y un sinfín de objetos que pertenecieron a Joaquín Sorolla. Toda una retrospectiva de su vida y obra donde podrás contemplar maravillas como Madre, Nadadores, Jávea, Paseo a orillas del mar o La hora del baño. Todas ellas son obras cumbre del impresionismo pero sobre todo del estilo único de este genio de la luz.

Al margen de contemplar las obras de Sorolla, los dormitorios originales de la casa y sumergirte en su mundo, hay una experiencia que nunca olvidarás. Darse un paseo por ese patio ajardinado y lleno de fuentes es inolvidable. Un instante en el que sentir el encanto de vivir en una ciudad como esta. Madrid enamora a todos, incluso al gran Sorolla que dejó muy cerca de tu Velázquez Apartment un recuerdo imperecedero de su amor por el arte y por esta ciudad. Una ciudad que te aguarda para brindarte experiencias tan mágicas como visitar el Museo Sorolla.

Madrid

Jardín del Museo Sorolla

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