Madrid posee edificios que forman parte del legado arquitectónico e histórico más fascinante de Europa. Tras sus preciosas formas se esconden historias y leyendas dignas de ser contadas. Tu experiencia Flat Sweet Home no sería igual sin ellas. Te proponemos una ruta por la arquitectura de Madrid, cuyas paredes cuentan mitos y verdades que son parte de la ciudad.
Edificios con Fantasmas
Los fantasmas son parte del bagaje cultural de cualquier lugar. Cuentan historias inconclusas con un final abierto que ha vencido al tiempo. El lugar más encantado de Madrid no se encuentra lejos de tu exquisito Flat Sweet Home Gran Vía Apartment. La Casa de las Siete Chimeneas encierra una historia de amor prohibido y un misterio sin resolver. El palacio ubicado en el barrio de Chueca pertenecía a un capitán de los tercios de Felipe II y a la más bella de las doncellas en la corte, Elena.
Tras la muerte de su marido, a Elena se la relacionó con el rey. Esta relación prohibida cobró fuerza en rumores que crecieron tras la extraña muerte de la muchacha y la posterior desaparición de su cadaver. Desde entonces se dice que en los días de luna clara se puede ver el espectro de Elena caminando entre las siete chimeneas de su tejado apuntando con su dedo acusador en dirección a la residencia de Felipe II, donde hoy se levanta el Palacio Real.
Otro palacio espectacular con historia macabra es el Palacio de Linares, en la Plaza de Cibeles. En este caso, el fantasma es una pequeña niña llamada Raimundita. La pequeña era fruto de una relación entre el heredero del marquesado de Linares y una cigarrera de Lavapiés.
Su padre, el marqués, trató por todos los medios de separar a la pareja. No tuvo éxito. Finalmente, se casaron y tuvieron una hija. Poco antes de morir, el marqués confesó a su hijo que su pareja era su hermana. El enamorado y asustado padre de Raimundita pide una bula papal para lograr el perdón por su endogamia.
No se lo conceden y la pareja decide borrar su pecado arrojando a un pozo a su hija pequeña. Desde entonces se pueden sentir movimientos en las cortinas, descensos gélidos de temperatura momentáneos y una voz infantil que llama a su madre. Hoy es la sede de la Casa América.
El Museo Reina Sofía es otro lugar clave en la ruta por el Madrid de las historias fascinantes. En el siglo XVI, el edificio era un hospital al que acudían a morir los mendigos de la capital. Posteriormente, fue hospital de tuberculosos y mazmorra durante la guerra civil española en la que se ejecutaron diversos soldados en sus sótanos.
Toda esta historia parece haberse impregnado en el edificio. Ni siquiera los vigilantes más valientes se atreven a hacer la ronda por los sótanos del museo ni a subir por una escalera en la que se han presentado diversos espectros durante la noche.
En la famosa discoteca Joy Eslava también vive un fantasma. En los años 20 del siglo pasado, la Joy era un teatro en el que los mejores directores de la época pretendían estrenar sus obras. Tenía fama de aupar al éxito a quien saliera victorioso en cuanto a crítica y público del Teatro Eslava. Dos directores se disputaban la marquesina y una mujer.
El triángulo amoroso acabó con el disparo a manos del celoso director que encontró a su rival con su amada en pleno teatro. Murió en brazos de ella. Desde entonces se dice que su fantasma pasea su pena por las tablas del antiguo teatro y ahora por la pista de la discoteca.
La Arquitectura que Definió la Vida Social Madrileña
Las Casas a la Malicia son un tipo de construcción que marcó la historia de la ciudad. En 1561, Felipe II traslada la corte a Madrid de manera definitiva. Existía una vieja ley castellana que obligaba a ceder una parte de los aposentos en los edificios para que sirvieran de alojamiento a los funcionarios reales.
Cuando la sede real se hizo fija, la ley se convirtió en un problema. Para evitar tener un inquilino perpetuo muchos madrileños diseñaron casas a la malicia. Una trampa que hacía parecer una casa menos acogedora para no cumplir con los requisitos que ponía la corona a los alojamientos de sus funcionarios. Lo conseguían instalando falsos techos y ventanas. Un ejemplo de este tipo de edificios se encuentra en la Calle de la Redondilla.
La vida social madrileña transcurrió durante siglos en los llamados corrales de comedias. Estas edificaciones de planta cuadrada con un patio central y largos corredores con vistas al patio sirvieron para estrenar las obras de teatro más legendarias de la historia y para fomentar los chismes y la vida social madrileña. Uno de los más famosos era el Corral de la Cruz, en Calle Cruz, donde la famosa actriz La Calderona sedujo al rey Felipe IV. Uno de los mejor conservados a día de hoy es El Corralón, que se encuentra en el barrio de Embajadores. Edificios con historias de teatro y estilos de vida perdidos en el tiempo.
Edificios con Poder
Otros edificios madrileños han sido testigos de las intrigas palaciegas y decisiones políticas de los últimos cuatro siglos. El Alcázar era un vestigio del Mayrit árabe que la dinastía de los Austrias había ido ampliando con su gusto austero. El rey Borbón, Felipe IV lo detestaba, lo veía anacrónico. Durante la nochebuena de 1734 un incendio provocado por unas velas arrasó el palacio perdiéndose en las llamas 400 obras de arte, el archivo de indias y cientos de documentos de incalculable valor. Al menos se salvaron Las Meninas y el Retrato a Caballo de Carlos V, hoy en El Prado. En su lugar se levantó el actual Palacio Real, de estilo versallesco y el mayor del mundo teniendo en cuenta su planta.
No muy lejos de allí ni de tu Flat Sweet Home Justicia Apartment se encuentra la Plaza de la Villa. Esta plaza ha visto de cerca toda la vida política local desde el siglo XVII hasta 2008, siendo la sede del gobierno regional. A unos metros de distancia, en la coqueta Plaza de la Marina Española se encontraba un lugar donde se tomaban ciertas decisiones macabras. Allí estaba la sede de la Santa Inquisición, que condenaba a todos aquellos que no se circunscribían a la fe cristiana hasta bien entrado el siglo XIX.
El máximo castigo era arder en la hoguera y se infligía en ejecuciones públicas realizadas en la Plaza Mayor, justo delante de otro edificio emblemático de la ciudad, la Casa de la Panadería. Su nombre se debe a que acogía la tahona o panadería de la corte en el siglo XVI. También fue edificio real, sede de diversas instituciones culturales y durante el siglo XX el archivo histórico de la ciudad.
Otro edificio con mucho significado político se encuentra en la calle Tetuán, 12. En sus bajos se encuentra casi intacta la taberna Casa Labra, una referencia en vermut y tapas de bacalao abierto desde 1860. Ni siquiera en plena guerra civil cerró sus puertas y en 1879 fue fundado allí el Partido Socialista.
Iconos de la Cultura
Emblemático es también el Hotel Palace que en plena I Guerra Mundial alojó a la espía más famosa de la historia. Mata – Hari estuvo en diversas ocasiones en el Palace aprovechando la condición neutral de España en la contienda. En las sábanas del hotel confabuló y obtuvo valiosa información de los dos bandos hasta su ejecución poco antes de terminar la guerra. Un icono mundial que cayó rendido a Madrid. El hotel ha tenido huéspedes ilustres y vivido sucesos políticos e históricos relevantes pero quizás Mata – Hari haya sido quien más huella ha dejado en la memoria de los madrileños.
En la calle de la Palma, 14 se fraguó otro tipo de revolución. Una nueva ola cultural llegaba a España tras la recién estrenada libertad después de 40 años de franquismo. A finales de los 70, dos artistas llamados Costus se mudaron a Malasaña para abrir un estudio que pasó a ser la Factory de Warhol a la madrileña.
En su acogedor piso acogieron a todo tipo de poetas, artistas, músicos y cineastas de talla mundial como Pedro Almodóvar. El director manchego rodó en este edificio su primer film, Pepi, Luci, Bom y otras Chicas del Montón. En aquel lugar se fraguó el movimiento cultural más poderoso de las últimas décadas. Un templo de la Movida que no muchos madrileños conocen.
Otro icono de la cultura madrileña es Lope de Vega. Su casa – museo encierra un sinfín de historias, no todas felices. El escritor compró esta imponente casa en 1578 por la generosa cifra de 9000 reales. Su arquitectura define la era en la que fue construida. Lope escribió allí sus mejores obras en compañía de su segunda esposa.
También en está casa vio morir a su hijo de 7 años y a su esposa al dar a luz a su última hija legítima. Antes de su muerte, tuvo la desgracia de que su tercera mujer tuviera graves enfermedades mentales que perturbaron la paz del genio de las letras españolas durante sus últimos años de vida.
Madrid guarda muchas historias en sus edificios. Su imponente arquitectura encierra el peso de una historia que está deseando ser escuchada de nuevo. Cuando regreses a la comodidad de tu lujoso Flat Sweet Home podrás escribir tu deliciosa aventura madrileña, en la que solo tú y los tuyos serán los protagonistas. Vive la experiencia Flat Sweet Home.