Amanece en Madrid. Las brisas y los ruidos de la ciudad llaman la atención de nuestros sentidos ansiosos por recorrer una calles repletas de vida e historias por descubrir. El lujoso Flat Sweet Home que nos acoge es el punto de partida de un recorrido bohemio y melómano por la arquitectura de Madrid. Entre esos majestuosos edificios y esas calles únicas se esconden librerías con olor a café para relajarse con estilo de este apasionante paseo.
El paseo de cada mañana
Desayunar puede llegar a ser un arte en Madrid. Las múltiples librerías con aroma a café que se prodigan en la ciudad forman un cosmos literario indescriptible. Una de las más destacadas nos permite pasear por un barrio multicultural como el de Lavapiés y admirar su arquitectura. Las corralas son una edificación cuadrangular con un patio interior y corredores con vistas al patio que dio forma al teatro de Madrid. En Lavapiés abundan. En este barrio se encuentra Swinton & Grant, una galería de arte moderno con una librería – café donde degustar auténtico café de Colombia, bakery artesanal y libros para entender los nuevos caminos del arte. Esperamos a la caída del sol para una visita al Olivia, un bar nocturno con una biblioteca espectacular donde escuchar sesiones pinchadas por auténticos músicos de blues y leer libros sobre las hazañas de Lou Reed.
Corrala de Lavapiés –
laisladelespanol.com
En este barrio también te puedes perder en los sabores del café más literario de La libre. Este espacio hace soñar con la bohemia más europea rodeado de libros diseñados para pensar. Recorremos la calle Argumosa, plagada de terrazas, para llegar a ella. La Libre se encuentra al final de la calle y conecta con Doctor Fourquet, donde se sitúa el mercado de arte más célebre de Madrid con varias galerías destacadas. A su vez, esta calle conduce al espectacular edificio del Museo Reina Sofía. En su interior alberga el Guernica de Picasso y lo más destacado de las vanguardias artísticas. En su exterior destaca una construcción iniciada por José de Hermosilla y terminada por Francesco Sabatini. Su preciosa ampliación diseñada por el genial Jean Nouvel cuenta con Nubel, uno de los restaurantes más idóneos para saborear un cóctel con arte.
Arte al límite del mal de Stendhal
Caminamos por el Paseo del Prado desde el Reina Sofía, y nos encontramos con la estación de Atocha, un ejemplo de la arquitectura ferroviaria del siglo XIX. En frente de su victoriana fachada las estatuas del Ministerio de Arquitectura nos trasladan al lujo del neoclásico. Por el Paseo del Prado surgen edificios emblemáticos como el Caixa Fórum con su estética post-industrial y su jardín vertical único en Madrid. Unos metros más allá aparece el Museo del Prado coronado por la Iglesia de los Jerónimos y la Academia de la Lengua Española.
Un paseo por cafés y rincones bohemios de Madrid – Neptuno – Flickr – Tomás Fano
Siguiendo este paseo de ensueño saludamos al dios Neptuno, en una plaza donde enamorarse de las fachadas de los hoteles Palace y Ritz y la del palacio donde se aloja el Museo Thyssen. A escasos metros aparece la figura de la castiza diosa de Cibeles que gobierna el skyline más preciosista de la ciudad. A un lado aparece el espectacular conjunto formado por la Puerta de Alcalá, erigida por el rey Carlos III en el siglo XVIII, el palacio de correos con su azotea de vistas alucinantes y el encantado Palacio de Linares. En la zona opuesta impactan el neoclásico Instituto de Cervantes, el majestuoso Círculo de Bellas Artes y el sofisticado edificio Metrópolis, que inicia la Gran Vía.
Barrios de moda por los que pasear
Nos vamos por un momento a Chueca, una zona donde se respira libertad enclavada entre edificios de siglos pasados. En la calle Barquillo se encuentra la Plaza del Rey con la casa de las siete chimeneas contando historias de fantasmas. En esta preciosa y estrecha calle existe La librería del espectáculo, un lugar diseñado para el melómano más sibarita donde encontrar libros y material audiovisual dedicado a las artes del entretenimiento. Caminamos por las calles empinadas del barrio hasta llegar al Museo del Romanticismo, un palacete del siglo XIX donde encontrar los vestigios de aquella era. A escasos metros de allí, en la calle San Joaquín, nos detenemos a respirar el aire bucólico del barrio de Malasaña en Tipos Infames. Este lugar es capaz de maridar una vino o un café con libros y novelas.
Mercado de Barceló
Tras esta parada reconfortante, recorremos la calle Fuencarral mientras nos admiramos de la fachada del Museo de Historia y el moderno Mercado de Barceló, creado con materiales sintéticos que contrastan con la cocina orgánica y natural de su azotea.
Descendemos por calles repletas de tendencias, un lienzo vivo de la modernidad madrileña, hasta descansar en La Ciudad Invisible, un paraje literario donde disfrutar de libros de viajes y buenos cócteles. Siguiendo la senda de Malasaña hasta la calle Pez, nos maravillamos con los sótanos idílicos de Cervantes & Cía, la librería con más encanto de la ciudad. Abandonamos sus pasadizos para adentrarnos en la cercana Gran Vía. Esta calle con apenas un siglo de historia, se ha convertido en el centro neurálgico de la ciudad, con sus tiendas, teatros y cines tentando nuestra presencia.
Las luces de la ciudad
Sin embargo, es más provechoso alzar el cuello hacia sus alturas y fijarnos en las estatuas y formas únicas que forman sus azoteas. Los ojos inquietos se salen de sus órbitas al ver las luces de los carteles de Callao y el fabuloso edificio Capitol. Una espectacular obra que simula un barco y que supone la forma más reconocible de la calle con su neón de colores representativo de una marca de refrescos considerado el símbolo de la ciudad.
El paseo por esta zona sería incompleto sin visitar La Central, la librería más selecta de la ciudad que cuenta con un café ideal para saborear sabrosa repostería mientras degustas el último grito en literatura. Unos metros más abajo y tras abandonar los ejemplos de arquitectura art-decó de la Plaza de Callao nos sumergimos en las Reales Descalzas, un monasterio monárquico donde vivieron diversas reinas de España. Nos adentramos en la calle Arenal, que comunica el latido de la Puerta del Sol, con su característico reloj y su cartel de Tío Pepe, con la Plaza de Isabel II, donde se encuentra el bicentenario Teatro Real de lujoso estilo neoclásico y grandiosas temporadas de Ópera.
Neoclásico castizo
Otro edificio neoclásico de Arenal es el Palacio de Linares, de inspiración italiana. Justo detrás de las columnatas del Teatro Real se encuentra el Palacio Real, de estilo barroco. En superficie construida es el más grande de Europa.
Descendemos por la calle Bailén, rodeamos el Senado para encontrarnos con la coqueta Plaza de la Armada Española, y a escasos metros surge la Plaza de España. Allí, resulta imposible no admirar la estatua de Don Quijote y el Hotel España, que en su día fue el rascacielos más alto de Europa. Muy próximo a la plaza se sitúa el hermoso Museo Cerralbo, otro fabuloso ejemplo del neoclásico madrileño construido en 1885. Mantiene intacto su encanto italiano. Posee colecciones que dejan un inmejorable sabor de boca. En una de las calles colindantes se encuentra el Paseo de la fama de Madrid y una librería llamada Ocho y Medio que cuenta con una terraza, cafetería y un sinfín de material sobre cine.
Caminando hacia La Latina
La Latina – esmadrid.com
El paseo nos devuelve a La Latina a través de las calles del Madrid de los Austrias. En La Latina nos encontramos con casas bajas que conforman un barrio único como descubrimos en nuestro especial sobre este espacio de Madrid. Allí, sobrecoge la basílica de San Francisco El Grande por la magnífica planta circular en su interior y su cúpula sin igual en la ciudad. Desde el siglo XVIII embellece este barrio castizo que oculta lugares románticos como el jardín del Palacio de Anglona.
La Latina no es la última parada de nuestro paseo por Madrid. Regresando de esta zona en dirección a Sol, nos maravillamos con la Plaza Mayor, que recientemente ha cumplido 400 años y que dio forma a otras construcciones similares en América. En la calle Alcalá merece la pena contemplar las fabulosas cuádrigas que coronan el edificio del Banco Bilbao, donde se filmó parte de la película La Comunidad de Álex de la Iglesia. Subiendo el Paseo de la Castellana se dibujan a ambos lados de la calzada edificios singulares como la Biblioteca Nacional, la Torre Picasso, el Estadio Santiago Bernabéu o las torres inclinadas Kio, únicas en el mundo. Más allá de las Kio, surcan el cielo majestuosas las cuatro torres de Madrid, el techo de España.
Un paseo por las nubes
Este paseo insólito tiene muchas rutas alternativas como el barrio de Salamanca, ejemplo sublime de ensanche burgués merece un recorrido especial. Entre este emblemático barrio poblado de apartamentos de Flat Sweet Home y El Viso se encuentra el intercambiador de Avenida de América, desde donde se divisa Torres Blancas, un ejemplo de la arquitectura del siglo XX. Sus estructuras circulares son un alegato de la creatividad arquitectónica.
Torres Blancas – esmadrid.com
En la otra punta de la ciudad aunque muy bien comunicado por transporte público se encuentra el Matadero. Este centro cultural fue durante décadas el lugar de despiece de reses destinadas al consumo humano. Pasear en este rincón de Madrid supone encontrarse con la arquitectura más radiante y la cultura más trasgresora. Cruzando el Paseo de la Chopera se erige el estilo castizo del Pico del Pañuelo, que sigue siendo un referente de la arquitectura de mediados del siglo XX.
Para terminar nuestro paseo por Madrid nada más apropiado que asomarse a la barandilla del parque del oeste y contemplar el atardecer ante el templo egipcio de Debod, de más de 5000 años de antigüedad. La velada tiene un aroma al Nilo de los faraones que se convierte en el broche más irresistible a un paseo único. Una aventura comienza en tu exclusivo Flat Sweet Home.
