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JARDINES Y PARQUES PARA SENTIR LA BRISA DE MADRID

El corazón de Madrid es verde gracias a sus parques y jardines. Por ese motivo es considerada una de las ciudades más arboladas de Europa. Estos lugares reservados para el ocio, el relax o el deporte, son indispensables para entender la ciudad. Este recorrido te transporta por un manto de hojas hasta esos enclaves donde sentirte libre en la naturaleza sin salir de Madrid.

Zonas verdes con encanto

Los Jardines de Sabatini es uno de los jardines más deseados de la ciudad. Son la guinda ideal para completar un paseo por el barrio de los Austrias y el Palacio Real. Desde los jardines se tiene una vista única de la antigua residencia de los reyes españoles. Se construyó en los años 30 como una medida de la República Española para recuperar terrenos pertenecientes a la corona real y ponerlos a disposición de los ciudadanos. En este rincón madrileño se pueden completar el paseo por las estatuas de las dinastías reales cuyas estatuas presiden la Plaza de Oriente, a pocos metros de tu Flat Sweet Home Calle Mayor Apartment.

Otro jardín muy céntrico aunque mucho más oculto es una oda al amor urbano. En la Plaza de la Paja, en pleno barrio de La Latina, se encuentra el Jardín del Palacio del Príncipe de Anglona. Este espacio bucólico fue creado en 1780 y aunque ha sufrido una profunda rehabilitación en el siglo XX mantiene su estilo romántico que ha hecho que muchas parejas se hayan declarado su amor en este bello lugar de la ciudad.

Aunque el parque más indicado para contemplar acompañado la puesta de sol es el Parque del Oeste. Este enclave espectacular cuenta con el Templo de Debod que saluda al sol madrileño cada día a pesar de tener más de 5000 años. Esta estructura rodeada de agua se salvó del poder del Nilo. Cuando se construyó una gran presa, el gobierno egipcio hizo un llamamiento para salvar obras como este templo o el gran Abu Simbel de Ramsés II. El edificio se transportó piedra a piedra desde Egipto para lograr una panorámica única de la ciudad con vistas a la Casa de Campo y El Pardo.

En el confín del Parque del Oeste se encuentra un teleférico que conecta con otra zona verde trascendente en la ciudad como la Casa de Campo. Para las parejas más bien avenidas se encuentra en la zona baja del parque una espectacular rosaleda cuyo aspecto y aroma te cautivarán para siempre.

Un bosque urbano

La Casa de Campo es el parque urbano de mayor extensión en toda Europa. Tiene un tamaño 6.5 mayor que el mismísimo Central Park de NYC. Durante siglos fue coto de caza exclusivo de la realeza para pasar a formar parte de la red de parques de Madrid. En él puedes hacer picnics junto al lago presenciando el géiser que saluda al visitante. También es posible perderse en su exuberante naturaleza mediante sus rutas de senderismo o en bicicleta. En su interior da cobijo al Zoo de Madrid, el Parque de Atracciones o el Pabellón Madrid Arena.

Próximo a la Casa de Campo se encuentra el parque más novedoso de la ciudad. Camina junto al río Manzanares y ha sido bautizado como Madrid Río. Varios kilómetros dedicados al ciudadano. Decorado con fuentes, parques y puentes, cada pequeño detalle del lugar está diseñado para lograr una experiencia satisfactoria y vivir un día de ensueño junto al río.

El parque de Madrid

Aunque, el referente de los parques madrileños sigue siendo el Retiro, a escasos pasos de tu soberbio dúplex Flat Sweet Home Puerta de Alcalá Apartment. Este parque ha significado mucho para todos los ciudadanos de Madrid. Se trata del Central Park castizo. Por sus amplios paseos han caminado literatos, reyes, artistas o músicos. En un principio pertenecía al Monasterio de los Jerónimos pasando a manos de la realeza y posteriormente a partir del siglo XVIII se convirtió en parque público.

En su enorme superficie puedes encontrar un espectacular Palacio de Cristal del siglo XIX junto a un estanque coronado con una cascada preciosista. Aunque, el estanque que da fama al parque es el de Alfonso XII con sus escalinatas con vistas al agua repleta de barcas. Las sorpresas y los diferentes tipos de jardines, desde estilo villa romana a jardines orientales o versallescos, se extienden por su superficie. A una altura de 666 metros se encuentra una de las pocas estatuas públicas consagradas al demonio.

Se trata de la Estatua del Ángel Caído. Cerca de esta escultura se encuentra cerca de un área entre la Iglesia de los Jerónimos, la Academia Española de la Lengua y el Museo del Prado que posee una zona verde desde donde contemplar el arte de estos edificios o escuchar a un guitarrista callejero mientras un pintor inmortaliza el momento.

Sorpresas bucólicas

Si el Parque del Retiro es el símbolo de la ciudad, El Capricho es el gran desconocido. Este jardín del siglo XVIII fue obra de la obsesión por el ocio de la poderosa Duquesa de Osuna. Esta aristócrata amante de la noche diseñó el parque de juegos más deliciosos de la corte. Hasta allí se paseaban en barca aristócratas fiesteros desde el centro de la ciudad hasta el parque comunicado por canales.

Los afortunados asistentes jugaban al amor en el laberinto, la casa de labranza donde se reconstruía la vida rural, el embarcadero, el casino o la pista de baile. Tras la muerte de la duquesa cayó en desgracia llegando a albergar búnkeres durante la guerra civil española. Tras años de abandono ha recuperado su viejo esplendor que se manifiesta en primavera con sus árboles en flor.

Más vanguardista es el Parque de Berlín. En este peculiar parque se encuentra una parte importante de la historia europea. Allí, puedes contemplar parte del Muro de Berlín adquirido por la administración tras su caída en 1989. Aún conserva los graffitis originales pintados durante los 80. En este parque se ubican decenas de rincones con fuentes y también una estatua al gran Beethoven.

Uno de los parques más recientes de la ciudad es el de Juan Carlos I. Destaca por su innovador concepto de fusión entre nuevos elementos artísticos y paisajísticos. Merece la pena perderse por sus senderos rodeados de arte moderno y circuitos para ponerse en forma en este amplio espacio dedicado al relax. Su obra más sobresaliente es una Estufa Fría. Este ingenio genera un microclima en su interior mediante energía solar para albergar más de 200 especies vegetales en 4000 metros cuadrados.

Jardínes ocultos en el callejero madrileño

La Quinta de los Molinos es otro de parajes naturales ocultos en la geografía madrileña. Este reducto de paz situado en la parada de metro de Suanzes fue mandado construir por el marqués de Torre Arias y ahora es una zona que disfrutan todos los madrileños. En su extensión se pueden observar los almendros en flor en uno de los espectáculos más inesperados de Madrid. También es propicio para pasar una tarde al sol o hacer deporte a la sombra de árboles centenarios.

Otro jardín que pasa desapercibido para las principales guías de viajes es la Quinta de la Fuente del Berro, ubicado en una parte castiza del exclusivo barrio de Salamanca. Este lugar fue mandado construir por Felipe IV y entre sus árboles se puede observar el Pirulí, un complejo de instalaciones de Televisión Española símbolo de Madrid.

Romanticismo urbano

Un punto muy reconocible en la ciudad es la iglesia de San Francisco El Grande, en el barrio de La Latina. Este templo de medidas grandilocuentes cuenta con una preciosa dalieda, donde el primavera el color de las dalias da una nota nostálgica a las increíbles vistas de este romántico mirador. Otro punto clave en el recorrido romántico de la ciudad es el Jardín del Museo Sorolla. En el Palacete de Chamberí que sirve de museo del gran pintor valenciano se encuentra un delicioso jardín. Fue diseñado por el propio artista para decorar el patio de su casa madrileña en tres espacios. Alguno de ellos ocupado con piezas y azulejos provenientes de La Alhambra granadina, de la que imita conceptos como el agua y el colorido.

Para terminar este intenso recorrido por el Madrid más natural quizás sea el momento más adecuado para retomar fuerzas. Nada mejor que el Jardín Secreto de Salvador Bachiller. Este lugar oculto en una tienda de maletas, saluda a la calle Carretas en una de las azoteas más bucólicas de la ciudad. Decorado como un jardín romántico, no sabrás si estás en París, Londres o Nueva York hasta que lleguen a tu mesa los aromas de su gastronomía, su bakery o sus cervezas artesanas. Todo es fantasía en este lugar. Una magia que se siente desde el primer momento que posas tu alma en tu sublime Flat Sweet Home.

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